Fuentes y lavaderos de Guissona

Los trabajos consistieron en el seguimiento arqueológico de la apertura de dos zanjas para construir los nuevos muros de contención de tierras de cierre del recinto. En un primer momento, por lo tanto, se procedió al desmontaje de los muros de piedra actuales y posteriormente, se amplió ligeramente la anchura del corte para colocar el nuevo muro.

La actuación arqueológica que se efectuó a los lavaderos de Guissona vino motivada por la necesidad de reformar los muros de cierre sur y de levante a su paso por debajo de la escalera de acceso al recinto, ya que mostraban síntomas de estar a punto de desplomarse parcialmente. Así, se realizó el desmontaje de los dos muros y la ampliación de la zanja resultante en anchura, ya que el nuevo muro había que añadir un muro pantalla posterior, la plataforma de cimentación para asentar el muro (de 0,50 m de potencia) y el espacio suficiente de paso tras la pantalla para poder facilitar el montaje de la estructura de hierros para alzar el propio muro pantalla.

Durante el seguimiento se documentaron los restos de una serie de estructuras que podemos situar en un marco cronológico de entre los siglos II aC y I dC., lo que abarcaría desde el momento fundacional de la antigua ciudad romana de Iesso hasta el alto imperio. Nos encontramos con estructuras documentadas en la sección del corte de la escalera, pertenecientes a la trama urbana de la ciudad, donde se observan toda una serie de estructuras negativas previas a la construcción de la ciudad, muy probablemente pertenecientes al poblamiento del bronce documentado a escasos metros del yacimiento (Plaza de Vell Pla).

Asimismo, el desmontaje del muro permitió observar el reaprovechamiento de varias losas de cubierta de sarcófagos de piedra de época tardoantigua, seguramente con un origen en las inmediaciones de la necrópolis ubicada en la actual rectoría (en el lateral norte de la iglesia de la ciudad).